Es sabido que el trabajo en restauración y conservación se enfoca en la protección y preservación del patrimonio cultural. Para dar con su objetivo los y las profesionales del área llevan adelante tareas que incluyen diagnosticar el estado de los bienes culturales, determinar qué intervenciones son necesarias y respetar siempre la integridad original de la pieza. Es lógico entonces preguntarnos por qué es necesario un código de ética dentro de esta disciplina y qué implicaría.
Al igual que en otras disciplinas generar confianza pública es uno de los objetivos comunes como cuerpo de profesionales, un código ético establece estándares que fomentan esta confianza pública en los conservadores y restauradores. La transparencia y el compromiso son principios éticos que fortalecen la credibilidad de los y las profesionales, asegurando al público que los tratamientos realizados sobre los bienes respetan el valor del patrimonio. Pero esta no es la única razón por la que podemos establecer que una práctica enmarcada en la ética es necesaria, veamos.
Es evidente que los y las profesionales son responsables de las decisiones que toman durante la conservación y restauración, por lo tanto se requiere una sólida comprensión de la historia y del contexto cultural de las piezas con las que trabajan para poder considerar cómo sus acciones pueden impactar en el significado y el valor cultural. La práctica ética también implica reconocer y respetar los valores de las comunidades que poseen dicho patrimonio cultural, esto incluye consultas con grupos comunitarios y la consideración de sus opiniones y deseos respecto a los procesos de conservación que se están llevando adelante. Mantener este diálogo con la comunidad es crucial para asegurar que las intervenciones sean culturalmente sensibles.
Otra de las claves que proporciona un código de ética es una serie de directrices claras sobre las prácticas aceptables, incluyendo procedimientos de conservación, como es el caso de la sugerencia de realizar intervenciones mínimas y preferentemente reversibles. Esto brinda orientación a los y las profesionales en la toma de decisiones complejas que pueden surgir durante su trabajo.
En resumen establecer un código de ética comprende una nueva dimensión del desarrollo profesional, no se trata simplemente de realizar un intervención efectiva en el patrimonio cultural, sino también de hacerlo de manera respetuosa y responsable.
Referencias:
American Institute for Conservation of Historic and Artistic Works. (1994). Código de ética y normas de práctica (Trad. G. M. Vargas Tisnes). https://www.culturalheritage.org/docs/default-source/resources/governance/organizational-documents/c%C3%B3digo-%C3%A9tica-en-espa%C3%B1ol.pdf?sfvrsn=76c7dfe8_20
Asociación ACRE. (2024). Código ético que rige la profesión del conservador-restaurador según E.C.C.O. ACRE. https://asociacion-acre.org/el-conservador-restaurador/codigo-etico-del-conservador-restaurador/
Dirección Nacional de Coordinación Bibliotecológica Biblioteca Nacional Mariano Moreno (2020) Política de Preservación de documentos físicos de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.https://www.bn.gov.ar/resources/bibliotecarios/333-2020%20Politica%20de%20Preservacion.pdf
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